El peleador mexicano Carlos Rivera hará su debut en una de las mejores ligas de MMA este sábado en UFC Fight Pass
Por Enrique Gutiérrez
Carlos “El Lobo” Rivera es un peleador “sui generis”, pues con una carrera profesional en educación física, una maestría y siendo profesor de educación para niños con discapacidades no se sube al octágono por fama o dinero, sino por pasión por un deporte que lo cautivó desde chavito y por ponerse a prueba este sábado 11 de diciembre en el Hotel Marinaterra de San Carlos, Sonora, en su debut en la iKON Fighting Federation de artes marciales mixtas, una de las mejores del mundo y con base en Las Vegas, Nevada.
Con record de 12 triunfos y dos derrotas, el integrante de la escuela Bonebreakers y originario de la Ciudad de México enfrentará al zacatecano Carlos “Marley” Márquez (6-5), en una cartelera de lujo en la que el evento principal corresponde, ni más ni menos, que al debut de la estadunidense Bella Mir, hija del legendario peleador Frank Mir, quien enfrentará a la mexicana Amanda Quesia.
“Estoy muy contento, motivado por este debut para el que ya llevo mucho tiempo de preparación. Mi objetivo es dar una muy buena pelea, para demostrar que en México hay mucho talento y un gran potencial”, indicó en exclusiva para SHOWMX este magnífico gladiador, quien aquí en México ha participado en las mejores ligas de MMA.
“Yo creo que ligas de calidad en México sí hubo y bastantes. Yo pelee en muchas, pero es parte del manejador, de la agencia el lograr la internacionalización que buscamos, porque ellos son el trampolín que tenga el contacto para las mejores ligas del mundo”, afirmó quien con First Round Management, la agencia más importante del mundo de las artes marciales mixtas, llegará a uno de los máximos escaparates, pues las funciones de iKON son transmitidas por UFC Fight Pass.
“Las artes marciales mixtas ya se desatanizaron en México porque aunque muchos no ven lo que hay detrás de cada pelea, de cada peleador, los que saben sí entiende bien todo el trabajo que realizamos. Las MMA ya es un deporte como tal, en el que hay disciplina, alimentación, técnica y, sobre todo, mucha preparación”.
De por qué subirse a una jaula cuando tiene una preparación de la cual vivir, indicó que “desde los 12 años practico muay thay y después me dediqué a las MMA porque realmente me gustaba hacerlo, se convirtieron en mi pasión y la fama no me interesaba mucho. Lo hago más que nada porque me gusta ponerme a prueba y desarrollar mis habilidades”.
Finalmente y después de algunas risas nerviosas, terminó diciendo que “mi trabajo con niños discapacitados parecería ser muy contradictorio con lo que hago, pero realmente no lo es porque ellos precisamente son quienes me tienen con los pies en la tierra, con una mentalidad muy centrada y eso me hace estar en equilibrio”… A ver si es cierto.